Dentro de muy poco tiempo se cumplirá un año desde que la Covid-19 irrumpió en nuestras vidas de manera inesperada y, por aquel entonces, nadie se imaginaba que ese nuevo virus desconocido (y en un primer momento incluso infravalorado) iba a sacudir la economía y el latido de todo el mundo.
En pocos días personas, empresas e instituciones tuvieron que adaptarse y reinventarse ante un panorama incierto, pero también desalentador en el que procedimientos tan utópicos hasta el momento como el teletrabajo o los confinamientos se convirtieron en una realidad que cambiaba el mundo.
Y como un elemento importante de la sociedad que es, la Comunicación jugó (y aún sigue haciéndolo) un papel fundamental y relevante en toda esta etapa. Las agencias y profesionales tuvimos que cambiar los planes y estrategias de nuestros clientes, y en el caso de Eli Romero Comunicación tuvimos claro que éstos debían girar sobre tres conceptos clave: transparencia, responsabilidad y creatividad.
Pero toda crisis que se precie, también lleva aparejada una serie de oportunidades y, por ello, decidimos tirar de mucha creatividad para conseguir que nuestros proyectos siguieran aportando contenidos de valor e interesantes a los medios de comunicación.
Antes de centrarnos en los rasgos que deberían definir nuestra estrategia de Comunicación durante esta crisis de la Covid-19, me gustaría ir un paso más atrás y hablar de los cuatro pilares en los que debería sustentarse nuestra Comunicación ante cualquier tipo de crisis sanitaria.
Nuestra Comunicación en una crisis sanitaria debería ser:
1. Cercana.
Trabajar la cercanía con nuestros diferentes públicos (clientes, trabajadores, proveedores, etc) es básica para buscar y encontrar la confianza de todos ellos. La comunicación debe ser lo más directa posible, lo más breve posible y lo más empática posible, incluso con ciertas dosis de “austeridad” o racionamiento en la información. Proporcionar información útil, relevante y precisa en un lenguaje y formato comprensibles para la audiencia es clave para ello.
2. Proactiva.
Debemos ser capaces de proponer e incentivar medidas o consejos que mejoren la situación o calidad de vida de nuestros públicos. En el caso de la Covid-19 tenemos un ejemplo muy claro con las recomendaciones sobre la higiene de manos, distancia física,etc. El objetivo es que nuestros mensajes aporten ese valor real a los periodistas y, por consiguiente, a sus lectores, oyentes o telespectadores.
3. Emocional y transparente.
Ambas características son fundamentales para que nuestros mensajes lleguen mejor a la gente. Una determinada frase, una reflexión, imágenes o datos que desprendan emoción hacen que la comunicación sea emocional y transparente.
4. Empática.
Debemos centrarnos en lo importante, es decir, en las personas situándolas en el centro de la comunicación. Son ellas las que verdaderamente sufren este virus y, por tanto, hay que ponerse en su piel y ser capaces de identificar sus necesidades actuales.
Una vez que tenemos claros estos tres pilares o “principios” generales, vamos a centrarnos ahora en cómo adaptar el mensaje de nuestro proyecto, negocio o servicio debe potenciar durante esta crisis de la Covid-19.
5 consejos para adaptar tu mensaje en tiempos de Covid-19
1. Mantén la misma estrategia: valor, valor y más valor.
Si lo hacíamos antes, ahora es todavía más importante. Debemos seguir ofreciendo contenidos de valor y útiles que, además, contribuyan a que nuestro público objetivo salvaguarde su salud durante la pandemia.
A las típicas recomendaciones sobre higiene de manos, podemos sumar otro gran número de consejos más específicos del sector en el que nos movamos. Por ejemplo, si tengo un gabinete psicológico puedo aportar unos sencillos consejos para que las épocas de confinamiento domiciliario se hagan más llevaderas.
2. Sé realista…
Nuestros mensajes deben ir de la mano de la actualidad, alineados en todo momento con lo que ocurre fuera. Esto no quiere decir que nos dejemos llevar por el alarmismo o la pesadumbre, pero tampoco podemos obviarlas por completo y transmitir la sensación de que vivimos en un “universo paralelo” al del resto de las personas,
3 … pero no dejes de lado el humor.
Si existe una buena receta contra las malas noticias esa siempre es el humor. A la hora de comunicar deberemos tener cuidado en que nuestros mensajes no sobrepasen determinadas “líneas rojas” que puedan herir sensibilidades. Usando el sentido común seremos capaces de que nuestros contenidos, aparte de aportar valor, saquen una sonrisa a quien esté delante de ellos.
4. Evita la reiteración
Es muy habitual que, sin darnos cuenta, acabemos hablando día tras día de los mismos contenidos o enfoques. Es cierto que el “paraguas” de la Covid-19 puede ser muy amplio pero es muy recomendable oxigenar nuestra estrategia de Comunicación con contenidos diferentes que complementen a éstos y que hagan que el lector cambie el chip.
5. Apóyate en los datos contrastados
Cuando hablamos de cuestiones o temas tan sensibles como los relacionados con la salud, es clave que los datos que aportemos estén siempre contrastados. De lo contrario, nuestra credibilidad ante los periodistas, y por consiguiente ante su audiencia, acabará por los suelos.
La suerte es que, desde que comenzó la pandemia allá por marzo del 2020, instituciones de diferente índole no han dejado de publicar estudios, artículos o investigaciones relacionadas con multitud de temáticas y enfoques.